Dean Reed, Osvaldo Géldres
Cuántas veces en mi vida
viendo pasar a la gente, me he preguntado
si soy de otro planeta o debí nacer
en otro momento
he visto un hombre fatigado, que por ser negro
no se le dio alojamiento
y he visto negar la comida
a un muchacho que hambriento
imploraba caridad.
Cuándo el mundo al fin segará
las flores que son del mal
y solo germine al sol de la Paz
lo que quiero sembrar, la verdad.
He visto a un hombre pobre
arrodillado ante un rico
y he visto asesinar a otro
por el solo delito de se extranjero
he oído a la gente gritar
que su Dios es el único que vale
y a un hombre matar, creyendo purificarse
¡Esos no lograrán la Paz de sus almas.
Cuándo el mundo al fin segará
las flores que son del mal
y solo germine al sol de la Paz
lo que quiero sembrar, la verdad.
Cuántos hay que al final morirán
sobre sus camas humildes, en sus chozas
miserables, sin dinero para comprar
ni siquiera el calmante que mitigue
sus dolores.
Verán un día mis ojos, disiparse las
tinieblas del odio, en una aurora prometida
sobre mi tierra del amor, la tierra...
donde yo debí nacer.
Cuándo el mundo al fin segará
las flores que son del mal
y solo germine al sol de la Paz
lo que quiero sembrar, la verdad.
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